Spain Green Building Council^®
Consejo Construcción Verde España^®

La gestión de residuos española destaca a nivel mundial

En un momento en el que la imagen de España está sufriendo un deterioro considerable, es necesario recordar sus puntos fuertes. Sería deseable tener toda la información antes de vilipendiar a nuestro país, y parece que, de un tiempo a esta parte, se hace un mayor hincapié en lo negativo.

Buen ejemplo de ello son los logros que en la gestión de residuos ha desarrollado nuestro país, estando entre los 10 países europeos que más reciclan. Al conocerse los datos de la cantidad de residuos que se generaban cada día, gobierno y empresas iniciaron hace años una serie de procesos en los que incluirían una nueva legislación en torno al tratamiento de los desperdicios en todos los niveles.

Así es como hemos llegado a este punto, en el que España es ejemplo para otros países por su experiencia en este campo. Muchas de las empresas españolas dedicadas al desarrollo de Sistemas Integrados de Gestión (SIG) tienen instalaciones en el extranjero llevando la gestión integrada en grandes ciudades americanas y europeas, como pueden ser FCC –especializada en la gestión integral de residuos industriales - CESPA, ABEIMA, URBASER o BEFESA, entre otras.

Su labor supone un beneficio directo para el medio ambiente. Como ejemplo tenemos los más de 11,5 millones de toneladas de CO2 que se ha evitado emitir a la atmósfera durante los 14 años de gestión de ECOEMBES, tan solo con el reciclaje de envases. Teniendo en cuenta las perspectivas apocalípticas de los estudiosos medioambientales está en manos de estas empresas el futuro de la humanidad.

Como sabemos, hay numerosos tipos de residuos en los que estas empresas se especializan, desde los clásicos envases (briks, latas, cartón...) hasta teléfonos móviles, medicamentos, vidrio, material de oficina, equipos sanitarios, pilas, aceites y neumáticos. En concreto el 45% de los neumáticos de España se reciclan, el 30% se transforman en energía y el 25% se reutiliza.

El sistema internacional de Certificación de la Excelencia en sostenibilidad LEED^® que promueve en España desde 1998 el Spain Green Building Council^®, www.spaingbc.org, primero promueve la generación del suministro de materiales reciclados a la industria haciendo obligatorio en todo edificio LEED^® para que pueda ser certificado el que en el edificio haya un espacio en donde se puedan clasificar en distintos recipientes los residuos que genera el edificio para que sean retirados por recicladores, por lo menos para; papel, cartón, plástico, vidrio y metal. Segundo, y ya voluntario, si durante la construcción del edificio se implanta un sistema de gestión de residuos por el cual se desvía de vertedero y se llevan a recicladores hasta el 90% de los residuos generados en la obra en peso se premia con hasta 3 puntos de 110.

Todo ello requiere un esfuerzo logístico importante para reunir los residuos en un mismo punto, para lo cual se han creado sistemas punteros como el de ROS ROCA ENVIROTEC, de reconocimiento internacional, basado en una red de tuberías subterráneas que liberan las calles de contenedores y camiones de recogida de basura y succionan mediante vacio las bolsas de basura (recogida neumática de basuras).

El fin de todos estos procesos va más allá de evitar la detestable contaminación o conseguir un elevado ahorro en fabricación, y pretende por un lado sacar de ellos energía, algo que puede suponer una auténtica revolución del sistema y por otro generar multitud de productos en base a los reciclados recogidos y abastecer a las industrias de materia prima reciclada para la fabricación de sus productos.

El sistema de Certificación LEED^® que impulsa el SpainGBC, www.spaingbc.org, ayuda a generar demanda de residuos para su reciclaje por la industria premiando el uso en el edificio de materiales de construcción y productos de mobiliario, decoración y acabados que sean; restaurados, rescatados y re-usados con hasta 3 puntos de 110 para el 15% en coste de los mismos, para materiales con un alto contenido en reciclados post y pre-consumidor con hasta 3 puntos de 110 para el 30% en coste de los mismos, para materiales hechos con agro-fibras (pajas de trigo, maíz, cascaras,...) y lanas hasta 2 puntos por el 5% en coste de los mismos.

A pesar de todo ello, los españoles seguimos necesitando una mayor concienciación cívica en lo que se refiere a los residuos. Quizá consiste en una actuación a nivel educativo de regenerar nuestro degradadísimo sistema educativo de primaria y secundaria (a un niño inglés o alemán no se le ocurre tirar un desperdicio o papel, ni en la calle, ni en el campo y si lo ve en el suelo lo recoge), pero muchos paisajes naturales de España se ven empañados frecuentemente por basuras. Resulta inexplicable teniendo en cuenta que existen papeleras y contenedores destinados a evitarlo. ¿A quién no se le ha arrugado la sonrisa al ver flotar en la playa botellas, bolsas de plástico o prendas de vestir y todo tipo de porquerías? Está claro que hay un largo camino aún por recorrer en el civismo y la conciencia social de cada uno y de nuestros hijos.

No se trata de esperar a que la escasez o el desastre natural haga obligatorio limitar el consumo de los recursos naturales, sino de prevenir esa carestía, fomentando su uso en la medida de lo realmente necesario, sin derroches, al tiempo que aguzamos la creatividad, como venimos haciendo, para optimizar las riquezas que “mamá tierra” ofrece tanto a esta generación como a las generaciones futuras que dependen de nuestra responsabilidad.